miércoles, 20 de marzo de 2013

La escasa cultura del reciclaje en México


Mientras la Agencia Europea de Medio Ambiente reporta una mejora del 12% en las tasas de reciclaje en el viejo continente entre 2001 y 2010, llegando a un 35% de reciclaje de residuos urbanos (todavía un índice bajo si se considera que la Unión Europea fijó la meta del 50% para el año 2020), en México la Semarnat reporta que reciclamos tan sólo 14% del cartón, 6% del vidrio y 4% del plástico.
Austria tiene una tasa del 63% de reciclaje mientras que España sólo llega al 35%. Suiza prueba que cumplir con las metas sí es posible: 51% de basuras urbanas tratadas y una tasa de reciclaje que supera el 95% en materiales como el vidrio.
Pero no sólo eso. El reciclaje es una nueva industria que, como todas, genera capital. Y en México, para variar, dejamos pasar la oportunidad de desarrollar y fortalecer este negocio, como señala este reportaje de CNN. Somos el segundo consumidor mundial de PET, consumiendo y desechando 7.2 kg per cápita de este material cada año, pero las exportaciones a China y EU dejan en desabasto al mercado nacional. Y eso considerando que en nuestro país existen 450 mil empleos relacionados con el manejo de los residuos sólidos.
http://www.cnnexpansion.com/expansion/2012/05/10/desorden-plastico
Como resulta obvio, es la falta de voluntad política lo que frena las iniciativas, aun cuando el Distrito Federal ya puso el ejemplo al respecto. Las leyes estatales de protección a los pepenadores parecen no estar cercanas, y por eso continúan los especuladores, muchas veces en la figura de líderes sindicales. http://www.alcalorpolitico.com/informacion/pepenadores-exigen-se-les-permita-recolectar-plastico-y-fierro-en-basurero-de-veracruz-109644.html#.UUn-Vjd9iM8
¿Qué se puede hacer al respecto? Si bien son las leyes las encargadas de garantizar el correcto funcionamiento de cualquier industria, eliminando o por lo menos castigando las figuras del coyotaje, competencia desleal sobre todo mediante las facilidades de exportación, entre otros aspectos, la concientización es el motor que mueve al ciudadano para exigir acción. Y la educación es la base.
A este respecto, se puede decir que el reciclaje en menor escala, es decir, la reutilización de productos en el hogar, poco a poco comienza a permear en una cultura ambiental que también representa ingresos para la economía familiar. Los talleres de reutilización de residuos, para adultos y niños, son cada día más populares y solicitados, pues además de resultar en artículos creativos y únicos en su diseño (en la medida en que las manos que le den forma pongan también corazón) son bastante económicos en la materia prima: pegamento, tijeras, listones, lo que esté al alcance como clips y todas las latas, envases pets, envolturas y papel reutilizables.

 

Resulta poco, sin embargo, lo que puede lograrse con base en acción ciudadana sin políticas públicas que garanticen eficiencia en su aplicación. Es común que los trabajadores de Limpia Pública realicen la separación de desechos para hacer un poco de dinero (por lo que siempre es útil que nosotros separemos los residuos aun cuando pensemos que todo quedará amontonado en el basurero municipal), pero es necesario que los ayuntamientos creen las normas y reglamentos al respecto.
Según cifras del INEGI, los residuos sólidos urbanos han ocupado en los últimos años el segundo mayor costo ambiental del PIB. Esto, en lugar de generar ingresos a partir de la basura.
¿Qué esperan las autoridades para tomar cartas en el asunto? La pregunta queda en el aire.

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